Se iniciaron las olimpiadas y con ella las ilusiones de los mejores atletas del globo para tocar la gloria y convivir en el olimpo.
Los Juegos Olímpicos Modernos fueron impulsados por el Francés Pierre de Coubertín, quien quería recuperar los ideales deportivos de
Durante su historia este magno evento nos ha regalado marcas deportivas impresionantes, y deportistas que se han quedado en el olimpo por la eternidad, entre ellos podemos nombrar a: Paavo Nurmi, Jesse Owens, Fanny Blankers-Koen, Edwin Moses, Carl Lewis, Michael Johnson, Sebastian Coe, Abebe Bikila, Hicham El Guerrouj, Florence Griffith, Dawn Fraser, Mark Spitz, Janet Evans, Matt Biondi, Alexander Popov, Ian Thorpe, Nadia Comaneci, Vitaly Scherbo y Greg Louganis.
Esta olimpiada nos trae nuevos aspirantes a la gloria, muchos precedidos de gran fama y un desempeño de gran nivel como: en atletismo, Usain Bolt, Tyson Gay, Liu Xiang, Yelena Isinbayeva, Asafa Powell, Veronica Campbell, Rashid Ramzi, Kipchirchir Komen, en natación, Michael Phelps, Katie Hoff, Libby Trickett, Federica Pellegrini, Brendan Hansen, Stephanie Rice, entre otros, Kobe Bryant, LeBron James, Roger Federer.
Se cree que esta justa olímpica puede ser la mejor de la historia, ojala y seamos testigos de ella, pero las olimpiadas no han estado ajenas a la política, así a través de su historia ha sufrido boicots y atentados:
La crisis en Berlin 1936, en la Confederación Helvética quedó claro que el evento sería explotado por el régimen nazi como una ocasión para la propaganda. La Federación Obrera Suiza de Gimnasia y el Deporte llamó al boicot de los Juegos porque sus miembros estaban al tanto de los actos de represión en Alemania, percibidos durante las competencias obreras internacionales.
Black Panthers, Apartheid y Septiembre Negro, la relación entre el deporte y la política pasó a ser más estrecha en las décadas siguientes. Durante un acto de premiación en 1968, en Ciudad de México, los atletas John Carlos y Tommie Smith alzaron sus puños enfundados en guantes negros, símbolo de los 'Black Panthers', una organización favorable a los derechos de los ciudadanos afroamericanos.
En Montreal 1976, 33 países y cerca de 300 atletas abandonaron las Olimpiadas en protesta contra el Comité Olímpico Internacional (COI) por no haber sancionado a Nueva Zelanda cuya escuadra de rugby había jugado en Sudáfrica, país excluido del movimiento olímpico por su política de segregación racial.
Pero el momento más dramático tuvo lugar cuatro años antes, durante los Juegos Olímpicos estivales de Múnich. Un comando guerrillero de la organización Septiembre Negro irrumpió en las habitaciones israelíes de
Moscú y Los Ángeles. En los años siguientes, la guerra fría entre el bloque comunista y el de Occidente condicionaron los acontecimientos deportivos.
El presidente estadounidense Jimmy Carter decidió boicotear las Olimpiadas de 1980 en Moscú, como una señal de protesta contra la invasión a Afganistán por
"El gobierno suizo dejó a los atletas la posibilidad de elegir. Yo opté por ira a las Olimpiadas aún después de haber recibido una carta invitándome a renunciar. La comunicación entre los atletas de los dos bloques era inexistente y los deportistas del Este eran permanentemente espiados", recuerda el fondista helvético Pierre Délèze.
Cuatro años más tarde, los Juegos de Los Ángeles fueron teatro de la retorsión soviética: una gran parte de países del bloque comunista se negó a participar lamentando la falta de seguridad para sus atletas y dirigentes durante la prevista manifestación anticomunista.